domingo, 22 de marzo de 2009

PROYECTOS COMO ALTERNATIVA EDUCATIVA











Método de proyectos: otra alternativa educativa
Por: Profr. Ricardo Montemayor Serna, Martes, 16 de Enero de 2007
Es bien sabido que una de las preocupaciones de todo maestro es la de propiciar las condiciones necesarias para realizar de una manera efectiva su labor docente, la cual no debe concretarse al ambiente material, a la presentación del contenido programático, a la adecuada selección de los métodos, técnicas y materiales didácticos que permitan una mayor claridad y objetividad a la enseñanza, sino también planear la mejor forma de organizar a los alumnos para obtener el aprendizaje deseado.
Ese aprendizaje, al que en otros tiempos se le llamaba clase y que en la escuela tradicional se refería a la exposición oral que el maestro hacía y que más tarde el alumno, en su calidad de receptor, tenía la obligación de memorizar para después repetirla sin que le faltara ningún punto ni coma; y que ya no es posible entenderla de esa manera, sino como algo que hay que aprender por parte de los alumnos, dentro o fuera del aula, bajo la observación, dirección, supervisión y vigilancia del maestro, propiciando que el alumno cambie radicalmente de una actitud pasiva a una más activa permitiéndole que participe para que elabore su propio conocimiento y se forme sus propios hábitos y habilidades que le permitan el pleno desenvolvimiento de su propia personalidad y su educación integral.
Ahora bien, sabedores de que todos los actos del hombre responden a una finalidad y que para alcanzarla sigue un orden, acepta normas, selecciona el mejor camino que lo conduce más rápidamente y con el menor esfuerzo y, de esta manera, obtener ese fin que inicialmente pretendía.
A esto, los griegos le llamaron método, el cual, actualmente se define como “la organización racional y bien calculada de los medios para alcanzar determinados objetivos de manera segura, económica y eficiente”,
Estos conceptos son referidos a cualquier actividad que se pretenda realizar pero, si se aplica a la actividad científica, se tiene el método científico, cuya invención se le atribuye al carismático físico italiano Galileo Galilei, quien reorganiza las distintas fases o pasos que ya de por sí utilizaban los investigadores que le precedieron estructurando estos pasos dándoles el siguiente orden: observación, hipótesis, experimentación, comprobación, ley y teoría.
Se hace alusión a esto porque, si la Pedagogía es la ciencia de la educación, la Didáctica, como ciencia auxiliar de la Pedagogía, es el arte de enseñar, existiendo, como consecuencia, un método que se encarga única y exclusivamente de estructurar y agrupar toda la metodología propia de la enseñanza, llamándosele a este método: Método Didáctico.
En la Didáctica General de Clotilde Guillén se destaca que “el método didáctico es el camino más corto que puede seguir el maestro por medio de determinados procedimientos, para estimular, dirigir y supervisar las actividades del estudiante quien experimenta y aprende normas de vida que deben servirle para desarrollarse y adaptarse al medio natural y humano con fines de perfeccionamiento moral y progresivo”.
Hoy en día los métodos de enseñanza pueden clasificarse en dos grandes

monografias.com/trabajos11/grupo/grupo.shtml">grupos que son: los métodos de enseñanza socializada y los métodos de enseñanza individualizada.
Métodos de Enseñanza Socializada . El principal objetivo de este método es la

monografias.com/trabajos11/funpro/funpro.shtml">integración social, el desenvolvimiento de la aptitud de trabajo en grupo, el sentimiento comunitario, el sentimiento de pertenencia, la solidaridad social, la desaparición de la diversidad étnica, religiosa, económica, cultural o lingüística y el desarrollo de una

monografias.com/trabajos5/psicoso/psicoso.shtml#acti">actitud de respecto hacia las demás personas, sin descuidar la individualización del estudiante que también es importante.
Algunos métodos de enseñanza basados en la enseñanza socializada son: socializado-individualizante, discusión, asamblea y panel.
Métodos de Enseñanza Individualizada : Tienen como máximo

monografias.com/trabajos16/objetivos-educacion/objetivos-educacion.shtml">objetivo ofrecer oportunidades de un desenvolvimiento individual a un completo desarrollo de sus posibilidades personales.
Los principales métodos de enseñanza individualizada son: Métodos de

monografias.com/trabajos12/pmbok/pmbok.shtml">Proyectos , El

monografias.com/trabajos7/plane/plane.shtml">Plan Dalton, La Técnica Winnetka, La Enseñanza por Unidades y La Enseñanza Programada.
El método de enseñanza por proyectos es un método que actualmente se está aplicando en la de educación oficial y privada de la mayoría de los países, tanto de nivel básico y medio, como de nivel superior y universitario con resultados altamente satisfactorios.
Los precursores del método de proyectos se distinguen por diferentes aportes. Por ejemplo, Juan Jacobo Rousseau mostró el papel importante que juega el ambiente en el desarrollo del niño.
Antes que dirigir al alumno de manera magistral, con unos propósitos y normas bien precisas, él habla de tolerancia y de que es necesario no intervenir puesto que, según él, el niño es "naturalmente bueno".
Eso permitió ubicar al alumno en el centro de sus aprendizajes.
John Dewey probó, en 1910 que, utilizando experiencias concretas, el alumno daba respuestas activas y lograba aprendizaje por medio de proyectos para la solución de problemas.
La Maestra Montessori (1912-1917) supo ubicar el lugar del niño en el centro de su desarrollo, explicando el rol de la maduración espontánea y Claparede postula una pedagogía pragmática bajo el nombre de "vivencia experimental", valorizando así el trabajo práctico y manual el cual considera que es muy importante para el aprendizaje.
A partir de estas diferentes aportaciones, el método por proyectos se enriquece y toma valor pedagógico.
Este método, resulta de la pedagogía activa, donde se parte del principio que el niño es el centro de la actividad en el proceso educativo.
La pedagogía inherente al método de proyectos va de lo concreto a lo abstracto. Dicho de otra manera, se parte de lo que se sabe, de lo que es familiar, para instruir y educar al niño y enfrentarlo a su propia realidad y que será la que lo acompañará el resto de su vida y que si no tiene las aptitudes y habilidades necesarias, no podrá enfrentarse enteramente a su propio futuro
El propósito del método de proyectos en la enseñanza es el de integrar las actividades dentro de la escuela con las que se desarrollan fuera de ella.
Es en esta integración que este método tiene significado como una técnica de enseñanza en la escuela.
Retomando a Dewey, el propone en su pedagogía, un método de proyectos en cinco fases:
1. La experiencia de un obstáculo. El profesor debe conducir al alumno a hacerse una o varias ideas a cerca de la ecuación a resolver y que describen el proyecto de manera general.
2. El reconocimiento de la ecuación de esquemas intelectuales disponibles. El profesor debe asegurarse de que los alumnos posean el bagaje necesario para desarrollar su proyecto y verificar igualmente su capacidad de solución de problemas.
3. La inspección de datos y de informaciones almacenadas. El alumno debe poseer las facultades que le permitan establecer una dialéctica que se traduzca en acciones prácticas a lo largo del proceso educativo.
4. La elaboración de nuevas vías. El alumno construye él mismo la organización de su propia estructura cognitiva.
5. La prueba de hipótesis. El alumno siendo parte del proyecto, debe ser capaz de buscar nuevas posibilidades hacia las cuales pueda enfocar el proceso.
En su obra L'école et l'enfant, podemos constatar que el método de proyectos que imagina Dewey (1992, 96-98) se parece al método de Centros de Interés de Decroly.
John Dewey, uno de los padres de la Escuela Nueva y de los métodos activos, ha ejercido una influencia considerable en épocas posteriores.
Filósofo de la Escuela Activa afirma que "la acción precede todo conocimiento: sin ella (la acción) conocer y pensar están inacabados.
Dewey, ubicando la acción antes que el pensamiento, propone el principio fundamental de "Learning by doing", aprender haciendo; que es uno de los principios de los métodos activos.
William H. Kilpatrick (nacido el 20 de noviembre de 1871, en Georgia) es uno de los pensadores que es influido por Dewey.
Afirma que la educación es parte fundamental de la vida y la democracia es el fundamento de la educación.
Considera que la escuela debe enseñar a pensar y a actuar libre e inteligentemente al alumno.
Se debe trabajar con programas abiertos, que no sean impuestos por autoridades educativas verticalmente.
Fue discípulo de John Dewey y ejerció la docencia durante toda su vida.
Kilpatrick influido por Dewey, es el creador oficial del método de proyectos (1918) . Este planteamiento tiene como base el desarrollo de un conocimiento globalizado y relacional.
El programa parcial para cada uno de los proyectos sustituye al programa por materias.
Hernández F. (1986), ha definido este método como " una forma de organizar la actividad de enseñanza-aprendizaje en la clase, que implica asumir que los conocimientos escolares no se articulan para su comprensión de una forma rígida, en función de unas referencias disciplinares preestablecidas, y de una homogeneización de los individuos y de la didáctica de las disciplinas.
Por ello, la función del proyecto de trabajo es la de crear estrategias de organización de los conocimientos basándose en el tratamiento de la información y el establecimiento de relaciones entre los hechos, conceptos y procedimientos que facilitan la adquisición de los conocimientos ".
Este método tiene la finalidad de llevar al alumno a realizar algo ya que éste es esencialmente activo, cuyo propósito es hacer que el alumno actúe.
Es, decir, se le determina una tarea al alumno y se le pide que la lleve a cabo. Intenta imitar la vida, ya que todas las

monografias.com/trabajos4/acciones/acciones.shtml">acciones del

monografias.com/trabajos15/fundamento-ontologico/fundamento-ontologico.shtml">hombre no son otra cosa que realizaciones de proyectos.
Podemos encontrar cuatro tipos principales de proyectos:
· Proyecto Tipo Constructivo: Se propone realizar algo

com/trabajos/histoconcreto/histoconcreto.shtml">concreto .
· Proyecto Tipo Estético: Se propone disfrutar el goce de la

monografias.com/Arte_y_Cultura/Musica/">música ,

com/trabajos13/histarte/histarte.shtml">pintura , teatro, etc.
· Proyecto de Tipo Problemático: Se propone resolver un problema en el plano intelectual.
· Proyecto de Aprendizaje: Se propone adquirir conocimientos o habilidades.
El método de proyectos supone que el énfasis es puesto antes que todo, sobre el alumno como responsable de su aprendizaje.
Algunos trabajos son sugeridos a los estudiantes, quienes encontrarán allí actividades durante algunas semanas, alrededor de un proyecto.
El alumno se esfuerza por crear o fabricar un objeto; debe aprender a servirse de un objeto dado o a poner en práctica una noción.
El estudiante se dedica a realizar tareas de solución de problemas o de una dificultad intelectual cualquiera; se esfuerza en perfeccionarse en una cierta técnica.
En breve, las actividades de este método deben servir al alumno durante su aprendizaje y a lo largo de su vida.
El profesor permanece aquí como el orientador que guía las posibilidades personales de los alumnos, anima y guía las posibilidades personales de los alumnos y consejero de la elaboración del proyecto.
El alumno tiene distintas tareas, pero está en el centro de esta vasta preocupación común que le une al espíritu de equipo, donde él es el eje de la experiencia.
En fin, la práctica de una pedagogía llamada de proyecto, permite al alumno formarse una imagen de lo que él va a hacer, lo que suscitará en él una necesidad de aprender.
Entonces, el proyecto a realizar será para el alumno el elemento clave de la motivación, abrirá la vía de una participación activa de su parte.
Las investigaciones que un proyecto necesita, las acciones que él supone y el descubrimiento hacia el cual él se orienta, habituarán al alumno a ser un investigador de respuestas y lo llevarán a comprometer todas sus facultades intelectuales

sábado, 21 de marzo de 2009

LA TOM Y LA NEUROCIENCIA


TEORIA DE OTRAS MENTES - TOM







VOY A COMPARTIR CON USTEDES ESTE TEMA TAN INTERESANTE



La neurología de la autoconciencia

V. S. Ramachandran
Rebelión

Traducido para Rebelión por Anahí Seri.


¿Qué es el yo? ¿Cómo da lugar la actividad de las neuronas a la sensación de ser un ser humano consciente? Pienso que incluso éste, el más antiguo de los problemas filosóficos, cederá ante los métodos de la ciencia empírica. En la actualidad parece cada vez más probable que el yo no sea una propiedad holística del conjunto del cerebro; surge de la actividad de conjuntos específicos de circuitos cerebrales que están interconectados. Pero necesitamos saber cuáles son los circuitos cuya intervención es fundamental y cuáles podrían ser sus funciones. Es el hecho de que el yo se contemple a sí mismo, su recursividad, lo que le confiere esta calidad peculiar y paradójica.
Horace Barlow, Nick Humphrey, David Premack y Marvin Minsky, entre otros, han sugerido que la conciencia podría haber evolucionado primordialmente en un contexto social. Minsky habla de un segundo mecanismo paralelo que ha evolucionado en los humanos para crear representaciones de anteriores representaciones y Humphrey ha razonado que nuestra capacidad de introspección puede haber evolucionado específicamente para construir modelos significativos de las mentes de otras personas, para predecir su comportamiento. “Yo siento celos con el fin de poder entender lo que para otra persona significa estar celoso”; un atajo para predecir el comportamiento de esa persona.
A continuación, sigo desarrollando estos razonamientos. Si consigo ver más lejos es porque “estoy sentado sobre los hombros de gigantes”. Concretamente, sugiero que la “conciencia del otro” puede haber evolucionado primero y luego, de forma antintuitiva, como a menudo sucede en la evolución, esa misma capacidad haberse explotado para modelar la propia mente; lo que llamamos autoconciencia. También propondré que en esta capacidad interviene un sistema específico de neuronas, llamadas neuronas espejo. Finalmente, expondré algunos ejemplos clínicos para ilustrar estas ideas y proponer unas predicciones que se puedan someter a ensayo.
Hay muchos aspectos del yo. Tiene un sentido de unidad a pesar de la multitud de impresiones sensoriales y de creencias. Además, tiene un sentido de continuidad en el tiempo, de control sobre sus acciones (“libre albedrío”), de estar anclado en un cuerpo, un sentido de su valor, dignidad y mortalidad (o inmortalidad). En cada uno de estos aspectos del yo, puede actuar como mediador un centro distinto en diferentes partes del cerebro, y sólo por conveniencia reunimos estos aspectos diversos en una sola palabra.
Como se ha dicho antes, hay un aspecto de yo que parece más extraño que todos los demás; el hecho de ser consciente de sí mismo. Quiero sugerir que unos grupos de neuronas,,, llamadas neuronas espejo, desempeñan una función clave en esta capacidad.
Fueron G. Rizzolati, V. Gallase y M. Iacoboni quienes descubrieron las neuronas espejo al estudiar los cerebros de unos monos mientras éstos llevaban a cabo acciones voluntarias encaminadas a un fin. Por ejemplo, cuando el mono extendía la mano para alcanzar un cacahuete, se activaba una determinada neurona en su corteza premotora (en el lóbulo frontal). Otra neurona se activaba cuando el mono pulsaba un botón, una tercera cuando tiraba de una palanca. La existencia de estas neuronas comando que controlan los movimientos voluntarios se conoce desde hace décadas. Lo que resultó asombroso es que un subconjunto de estas neuronas tenía una característica adicional peculiar. La neurona no sólo se activaba, por ejemplo, cuando el mono alargaba la mano para agarrar un cacahuete, sino ¡también cuando observaba a otro mono cogiendo un cacahuete!
A estas neuronas se les puso el nombre de “neuronas espejo” o “neuronas del mono que ve actuar al mono”. Fue una observación extraordinaria, porque supone que la neurona (o, más precisamente, la red de la que forma parte) no solamente estaba generando una orden muy específica (“coge el cacahuete”), sino que era capaz de adoptar el punto de vista de otro mono. Estaba haciendo una especie de simulación de realidad virtual interna de la acción del otro mono para averiguar “lo que tramaba”. En pocas palabras, era una neurona “telépata”.
Las neuronas del cíngulo anterior responden cuando al paciente se le pincha con una aguja; a menudo se las denomina neuronas del dolor. Curiosamente, los investigadores de la Universidad de Toronto han descubierto que algunas de ellas se activan con la misma intensidad cuando el paciente observa que se le pincha a otra persona. Yo las llamo “neuronas de empatía” o “neuronas de Dalai Lama”, porque lo que hacen es disolver la barrera entre el yo y los demás. Nótese que al decir esto no estoy recurriendo a una metáfora; sencillamente, la neurona en cuestión no conoce la diferencia entre sí mismo y los demás.
Los primates (incluidos los humanos) son seres sumamente sociables, y saber lo que “trama” alguien (elaborar una simulación interna de su mente) es crucial para la supervivencia, convirtiéndonos en el “primate maquiavélico”. En un ensayo escrito para Edge (2001) y titulado “Las neuronas espejo y el gran salto adelante” sugerí que además de proporcionar una base neural para averiguar las intenciones de otras personas (como señaló el grupo de Rizzolati), la emergencia y la subsiguiente sofisticación de las neuronas espejo en los homínidos puede haber desempeñado una función crucial en lo referente a muchas capacidades quintaesencialmente humanas, tales como la empatía, el aprendizaje por imitación (en lugar de por ensayo y error), así como la rápida transmisión de lo que llamamos “cultura”. Y el Gran Salto Adelante, la rápida transmisión lamarckiana de inventos únicos “accidentales”.
Paso ahora al tema principal de este ensayo, la naturaleza del yo. Cuando pensamos en nuestro propio yo, ¿qué nos viene a la mente? Tenemos la sensación de llevar a cabo una “introspección” de nuestros propios pensamientos y sentimientos y de “observarnos” a nosotros mismos en nuestros quehaceres; como si nos miráramos a nosotros mismo desde el punto de vista de otra persona. ¿Cómo ocurre esto?
La evolución con frecuencia aprovecha las estructuras ya existentes para desarrollar capacidades completamente novedosas. Propongo que cuando había emergido la capacidad de abstracción transmodal (por ejemplo, entre lo visualmente “vertical” en la retina y lo “vertical” fotorreceptivo señalizado por los músculos, para agarrarse a los árboles), el terreno estaba preparado para la emergencia de las neuronas espejo en los homínidos. La neuronas espejo también abundan en el lóbulo parietal inferior, una estructura que sufrió una expansión acelerada en los grandes simios y posteriormente en los humanos. Al seguir evolucionando, el cerebro se escindió en dos circunvoluciones, la circunvolución supramarginal que nos permite “reflexionar” sobre nuestras propias acciones anticipadas y la circunvolución angular que nos permite “reflexionar” sobre nuestro cuerpo (a la derecha) y tal vez sobre los aspectos del yo más relacionados con lo lingüístico y los social (hemisferio izquierdo). He razonado en otra ocasión que las neuronas espejo fundamentalmente realizan una especie de actividad transversal de abstracción en los mapas visuales y los mapas motores. Esto, a su vez, puede haber allanado el camino para tipos de abstracción más conceptuales, como la metáfora.
¿Qué nos dice todo esto de la autoconciencia? Propongo que la autoconciencia es sencillamente la utilización de las neuronas espejo para “mirarme a mí mismo como si otra persona me estuviera mirando” (y la palabra “a mí”abarca también algunos de mis procesos cerebrales). El mecanismo de la neurona espejo, el mismo algoritmo, que originalmente evolucionó para ayudarnos a adoptar el punto de vista de otra persona se dio la vuelta para que miráramos a nuestro propio yo. En esto se basa, esencialmente, cosas como la “introspección”. Tal vez no sea casualidad que digamos “estoy reflexionando”cuando queremos decir que somos conscientes de nuestro propio pensamiento. En otras palabras, la capacidad de volvernos hacia nuestro interior para introspeccionarnos o reflexionar tal vez sea una especie de extensión metafórica de la capacidad de las neuronas espejo de leer otras mentes. A menudo se acepta tácitamente que la capacidad exclusivamente humana de construir una “teoría de otras mentes”o “TOM”(el ver el mundo desde el punto de vista del otro; la “lectura del pensamiento”, imaginarse lo que está tramando alguien, etc.) tiene que venir después de un sentido del yo preexistente. Yo sostengo que es cierto justo lo contrario: la TOM evolucionó primero en respuesta a unas necesidades sociales y posteriormente, como un extra imprevisto, vino la capacidad de introspeccionar nuestros propios pensamientos e intenciones. No pretendo dar a entender que estas ideas mías sean de una gran originalidad; forman parte del zeitgeist de nuestros días. Cualquier novedad se deriva de la manera en la que yo voy a reunir las pruebas extrayéndolas de la fisiología y de nuestra propia labor en neurología. Nótese que no estoy sosteniendo que las neuronas espejo sean suficientes para la emergencia del yo; sólo digo que deben haber desempeñado un papel crucial. (En caso contrario, los monos tendrían conciencia de sí mismos, lo cual no es el caso.) Tal vez estas neuronas tengan que alcanzar un cierto nivel crítico de sofisticación que les permite basarse en funciones más antiguas (TOM) y vincularse a determinados circuitos del cerebro, en especial el área de Wernicke (“de comprensión del lenguaje”) y partes del lóbulo frontal.
¿Hay otras predicciones a partir de la teoría del yo de las neuronas espejo? Habiendo descubierto que los niños autistas padecen deficiencias en sus neuronas espejo y tienen una TOM asimismo deficiente, aventuramos la predicción de que también tienen un sentido deficiente de sí mismos (TMM) y dificultades de introspección. Lo mismo podría valer para otros desórdenes neurológicos; los daños en la unión entre el lóbulo parietal inferior y la circunvolución angular (que se sabe que contiene neuronas espejo) también sería de esperar que diera lugar a una deficiencia en ciertos aspectos de la autoconciencia. (Por cierto que la prueba del espejo de Gallup, que consiste en que el sujeto se quita una mancha de pintura de la cara mirándose en el espejo, no es una prueba adecuada de autoconciencia, aunque se la anuncia como tal. Nos hemos encontrado con pacientes que mantienen con vehemencia que su reflejo en el espejo es “otra persona” y que, sin embargo, ¡pasan la prueba de Gallup!)
Se ha demostrado recientemente que si a un paciente humano consciente y despierto se le estimula el lóbulo parietal durante la neurocirugía, a veces tiene una “experiencia fuera del cuerpo”, como si fuera un ente separado que observa su propio cuerpo desde arriba, cerca del techo. Sugiero que esto se debe a una disfunción del sistema de neuronas espejo en la unión parieto-occipital originada por el electrodo de estimulación. Normalmente, estas neuronas se activan cuando “adoptan” de forma temporal el punto de vista de otra persona de nuestro cuerpo y mente (como se ha explicado anteriormente en este ensayo). Pero siempre somos conscientes de que estamos haciendo esto, en parte porque hay otras señales (tanto sensoriales como de comando/referencia) que nos dicen que no nos estamos saliendo literalmente de nuestro cuerpo. (También puede haber mecanismos inhibidores frontales que impiden que imitemos involuntariamente a otra persona que nos mira.) Si el electrodo de estimulación altera estos mecanismos relacionados con la neuronas espejo, el resultado neto sería una experiencia fuera del cuerpo. Hace unos años examinamos a un paciente con un síndrome llamado anosognosia que tenía una lesión en su lóbulo parietal derecho y negaba con vehemencia la parálisis. Es llamativo que el paciente ¡también negaba la parálisis de otro paciente que estaba sentado en una silla de ruedas a su lado! (y que no conseguía mover el brazo siguiendo la indicación del médico.) Aquí tenemos una vez más pruebas de que dos aspectos del yo aparentemente contradictorios (la individuación y intimidad, frente a la reciprocidad social) se pueden complementar mutuamente y tener su origen en el mismo mecanismo neural, las neuronas espejo. Como las dos caras de una cinta de Moebius, realmente son lo mismo, aunque ante una inspección local parezcan ser fundamentalmente diferentes.
¿Hemos resuelto el problema del yo? Obviamente, no; apenas hemos rascado la superficie. Pero confiamos en haber allanado el camino hacia unos futuros modelos y estudios empíricos sobre la naturaleza del yo, un problema que a los filósofos se les resiste, a pesar de que llevan tres mil años esforzándose por resolverlos. De ahí que seamos optimistas en cuanto al futuro de la investigación sobre el cerebro, sobre todo cuando se trata de resolver lo que se puede considerar el mayor rompecabezas de la ciencia.Fuente: http://www.edge.org/3rd_culture/ramachandran07/ramachandran07_index.html
V. S. Ramachandran es neurocientífico y director del Centro del Cerebro y la Cognición de la Universidad de California en San Diego; es autor de A Brief Tour of Human Consciousness y coautor de Phantoms in the Brain..